Después de la invasión a la Unión Soviética, los nazis crearon los escuadrones especiales de la muerte, Einsatzgruppen, en las áreas recién conquistadas. Estos comandos de la muerte deben asesinar a judíos y funcionarios comunistas y reciben ayuda de la Wehrmacht.
Estos escuadrones solicitan a sus víctimas que se reporten en un punto central o las obligan a ir hasta ciertos lugares, después de ser arrestadas en las redadas. Luego, ejecutan a estas personas al borde de barrancos o de fosas cavadas. A veces llevan a los judíos primero al gueto para luego asesinarlos.
Uno de los asesinatos en masa más notorios ocurre en septiembre de 1941 en el barranco de Babi Jar en Kiev. Por un ataque de la NKVD (Servicio Secreto de la Unión Soviética) al cuartel general del ejército de los alemanes, los nazis deciden vengarse por esos daños, asesinando a los judíos en Kiev.
La Einsatzgruppe C convoca a los judíos con panfletos para inscribirse para emigrar. Más de 30.000 de ellos responden a esa llamada. Entonces, son llevados hasta el barranco de Babi Jar. Allí se ven obligados a desnudarse y dejar todas sus pertenencias. Y luego, les disparan.
Einsatzgruppe C asesina de esta manera en dos días a 33.771 judíos, con la ayuda de colaboradores locales. Para fines de 1941, los Einsatzgruppen llevan asesinando a unos 300.000 judíos. Medio año más tarde, cerca de medio millón. No sólo judíos, sino también a decenas de miles de funcionarios soviéticos, partisanos, personas con discapacidad y de etnia Romaní son asesinados.