Trece años después del bombardeo nazi a Róterdam, J.M. van Walsum-Quispel, esposa del alcalde van Walsum, inaugura la estatua «La ciudad destruida», realizada por el artista francés Ossip Zadkine.
El alcalde manifiesta: «Esta imagen esta destinada a preservar, a lo largo de los siglos, los recuerdos de uno de los puntos más intensos y profundos de la historia de nuestra ciudad y de nuestro pueblo.»
Según su autor, Zadkine, la figura es símbolo de «una ciudad sin corazón», ya que, durante el bombardeo, el centro de la ciudad de Róterdam fue destruido.