Al finalizar las vacaciones de verano de 1941, los alumnos judíos no pueden regresar a su antigua escuela. Asimismo, niños católicos o protestantes deben abandonar su escuela cristiana, si son considerados de origen judío por los nazis. Pues, en su opinión, no está permitido a niños judíos, a partir del 1 de setiembre asistir a la misma escuela con los niños no judíos.
Ámsterdam cuenta con numerosos alumnos judíos. Por lo tanto, se abren nuevas escuelas judías, exclusivamente con maestros judíos. Además, las escuelas se reorganizan: en el vecindario de Transvaalbuurt, por ejemplo, los niños no judíos deben abandonar su escuela, pues en la misma solo pueden ingresar los niños judíos.