En la noche del 23 al 24 de agosto de 1939, Alemania y la Unión Soviética firmaron un tratado de no agresión, que se conoce como el Pacto Molotov-Ribbentrop.
Los países están de acuerdo en que no se atacarán mutuamente y se dividen, en secreto, a los países que se encuentran ubicados entre ellos. Alemania se apropia de una parte del oeste de Polonia y de Lituania. La Unión Soviética ocuparía a Polonia Oriental, los Países Bálticos y parte de Finlandia.
Una semana después, Alemania invade Polonia, y dos semanas después, la Unión Soviética hace lo mismo con la parte de Polonia Oriental.